Colchas de verano: ligereza, estilo y confort para la temporada más cálida
- Manuela Ocaña
- 19 ago
- 3 Min. de lectura
Con la llegada del buen tiempo, nuestro hogar también pide un cambio de aire. Guardamos las mantas y edredones más gruesos, abrimos las ventanas de par en par y buscamos esa sensación de frescor que tanto apetece en verano. En el dormitorio, una de las piezas clave para conseguirlo es la colcha de verano.
No solo cumple una función práctica —proteger y aportar un ligero abrigo en las noches frescas—, también tiene un papel decorativo fundamental. Elegir bien la colcha puede transformar por completo el aspecto de la habitación, aportando luminosidad, color y un toque renovado.
En este artículo repasamos las principales tendencias y consejos a la hora de elegir colchas de verano, para que combines comodidad y estilo en la estación más cálida.
1. Tejidos ligeros y transpirables
En verano, la clave está en apostar por materiales que resulten frescos al tacto y permitan que la piel respire. El algodón 100% sigue siendo el favorito, ya que absorbe la humedad y aporta suavidad. También triunfan las mezclas de lino, perfectas para quienes buscan un aire más natural y relajado.
Otro material que está ganando popularidad es la microfibra ligera, porque se seca rápido y es muy fácil de mantener. En cualquier caso, lo importante es que la colcha no aporte calor excesivo y se adapte a las noches veraniegas.

2. Colores claros y naturales
Los tonos claros son los protagonistas absolutos del verano. Blancos, beiges, grises suaves o colores arena ayudan a dar una sensación de amplitud y frescor. Además, se combinan fácilmente con cualquier estilo de dormitorio.
Sin embargo, también hay espacio para los tonos más vivos. Este año se llevan especialmente los verdes suaves, los azules inspirados en el mar y los tonos terracota, que aportan calidez sin resultar pesados. Una buena idea es elegir una colcha en color neutro y añadir cojines o plaids en tonos más intensos para jugar con los contrastes.

3. Diseños minimalistas frente a estampados
Las colchas lisas con un ligero relieve (como el clásico piqué o el efecto gofrado) siguen siendo las más buscadas, porque resultan elegantes y atemporales. Son una opción segura si quieres que el dormitorio se vea ordenado y luminoso.
Por otro lado, los estampados frescos también están de moda: motivos florales pequeños, rayas marineras o patrones geométricos sencillos que recuerdan al verano. La clave es no sobrecargar y mantener una paleta de colores armoniosa.
4. Texturas que aportan carácter
Aunque buscamos ligereza, las texturas sutiles juegan un papel importante. Una colcha de algodón con relieve, un acabado en nido de abeja o un bordado discreto pueden marcar la diferencia sin recargar el ambiente.
Este tipo de detalles añaden personalidad y hacen que la cama se convierta en el centro visual del dormitorio. Además, son fáciles de combinar con cojines o sábanas lisas.

5. Funcionalidad de las colchas de verano
El verano es tiempo de vida más práctica y relajada, y eso también se refleja en la elección de la ropa de cama. Una buena colcha de verano debe ser fácil de lavar y secar rápidamente. Los modelos que no requieren planchado o que mantienen bien la forma tras el lavado son los más apreciados, sobre todo si quieres alternar varias colchas a lo largo de la temporada.
6. Capas ligeras para noches variables
En muchas zonas, las noches de verano pueden ser muy cálidas unos días y frescas otros. Por eso, cada vez más gente apuesta por combinar colchas con plaids finos o mantas ligeras. De esta manera, es posible adaptarse a la temperatura sin complicaciones, manteniendo siempre un aspecto cuidado en la cama.
Las colchas de verano son mucho más que un complemento práctico: son una forma sencilla de renovar el dormitorio y de sentir que la casa acompaña el ritmo de la temporada. Los tejidos frescos, los tonos claros, las texturas suaves y los estampados discretos marcan tendencia este año.
Elegir la colcha adecuada es apostar por comodidad, ligereza y estilo en partes iguales. Al fin y al cabo, pocas cosas se disfrutan más en verano que entrar en un dormitorio luminoso, con la cama vestida de manera fresca y acogedora, invitándonos a descansar después de un día soleado.
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